Un saludo de amor, paz y alegría con nuestro querido Padre San José en este grácil 147 aniversario de nuestra fundación. Con mucha alegría y gratitud celebremos nuestro día de fiesta, mientras imploramos a nuestro Padre y protector San José, cuyo nombre llevamos, que nos lleve siempre de vuelta a NAZARETH… HAPPY FEAST DAY TO ALL OF US!!!! Provincia Sagrada Familia y Laic@s Josefin@s
O TEAR DE NAZARET
Nun ano, un 10 de xaneiro,
un grupo de tecedoras acordaron tecer unha manta para dar abrigo á muller.
Erguéronse cedo e foron onda Aquel que as acompañaría
en todo o tempo que durase o coidado.
Alí engancharon os fíos. Non os soltou.
Empezaron a tecer con fíos de distintas cores.
Que bonito era o comezo. Unha boa Mestra,Bonifacia, unhas boas aprendices.
Todo eran promesas.
Ata que os fíos empezaron a romperse
e algunhas resistíanse a levar o ritmo do contento.
A Mestra facía nos para que o tecido continuase,
alentada por Aquel que embelecía a manta.
Ao longo dos anos fóronse enganchando novas aprendices,
convertidas en mestras .
Aquel tear empezou a medrar e moitas cobizaban estar a calor del.
Engancháronse fíos de distintas cores e grosores
e dá gozo ver a tantas mulleres e homes,
que aprenderon a tecer a súa manta no tear de Nazaret.
Sigamos tecendo porque é o noso labor
e fagámolo coa esperanza de facer nos e enganchar fíos
que arroupen o cariño na terra.
Feliz día!
Carme F. Yañez
El TELAR DE NAZARET
En un año, un 10 de enero,
un grupo de tejedoras acordaron tejer una manta para dar abrigo a la mujer.
Se levantaron temprano y fueron junto a Aquel que las acompañaría
en todo el tiempo que durase el cuidado.
Allí engancharon los hilos. No los ha soltado.
Empezaron a tejer con hilos de distintos colores.
Que bonito era el comienzo. Una buena Maestra, Bonifacia, unas buenas aprendices.
Todo eran promesas.
Hasta que los hilos empezaron a romper
y algunas se resistían a llevar el ritmo del contento.
La Maestra hacía nudos para que el tejido continuara,
animada por Aquel que embellecía la manta.
A lo largo de los años se fueron enganchando nuevas aprendices,
convertidas en maestras .
Aquel telar empezó a crecer y muchas deseaban estar a su calor.
Se engancharon hilos de distintos colores y grosores
y da gozo ver a tantas mujeres y hombres,
que aprendieron a tejer su manta en el telar de Nazaret.
Sigamos tejiendo porque es nuestra labor
y hagámoslo con la esperanza de hacer nudos y enganchar hilos
que abriguen el cariño en la tierra.
¡Feliz día!
Carme F. Yañez
Ningún comentario:
Publicar un comentario